¿Son los gatos buenos compañeros de vida para nuestros hijos?
La respuesta es clara y concisa SÍ
Cuando hace ya 20 años nació mi hijo Iván, lo primero que nos dijeron es que teníamos de “deshacernos” de los gatos. Que gatos y niños no se entendían. Las razones que nos daban:
Que los gatos ahogaban a los bebes por la noche, les mordían la cara y les contagiaban enfermedades. What??? Gatos y niños son verdaderamente un binomio perfecto?
Para nosotros, la idea de que nuestros gatos o incluso los de la calle que venían a comer a nuestra terraza, le hicieran algo así a nuestro hijo, nos pareció del todo absurdo. Nuestro pequeño, creció rodeado de seis gatos “fijos” más los que venían a comer y tres perros.
Son muchas las fotos que tenemos de él rodeado de gatos, desde la cuna, hasta ahora que es un “crazy cat men”
No obstante, era necesario que nuestro pequeño Tarzán tuviera claros ciertos aspectos para que la vida entre él y los felinos fuera del todo feliz y equilibrada :
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Lo primero fue hacerle entender al niño que el gato NO es un juguete. Que siente y padece igual que él. Que no puede tener actitudes negativas con el animal porque si le hace daño, el gato desconfiará o se defenderá.
El respeto y el amor son la base de una buena y perfecta convivencia
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Hay que poner límites. El niño ha de comprender que el animal también necesita su propio espacio y su propio tiempo para hacer sus cosas y su vida.
Por ejemplo, no se le ha de tirar de la cola. Ni coger de manera inadecuada. Ni molestarle cuando come o asustarle.
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Los gatos dejan muy claro aquello que les gusta y lo que no. Hay que enseñar al niño dónde es mejor acariciar al gato.
Si bien cada gato es un mundo, hay zonas como el cuello, encima de la cabeza y el lomo que son las que más les gusta en general a los felinos. La caricia ha de ser suave y una muestra de afecto, nunca brusca.
Gatos y niños se benefician de la convivencia mútua
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Si el niño ya es mayorcito, hacerle partícipe de ciertos aspectos gatunos. El cepillado del gato o ponerle comida o agua, pueden estrechar aún más los lazos entre ellos. Todo ello ayudará a que el niño adquiera responsabilidades casi sin darse cuenta.
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El contacto temprano del niño con el animal, hará que nuestro hijo sea más resistente a todo tipo de alergias y su sistema inmune se fortalecerá.
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Los gatos son maravillosos compañeros de juego. Las horas de risas están aseguradas para toda la familia.
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El ronroneo de los gatos es muuuy relajante y ayudará a nuestros hijos a dormirse.
Pero ¿aún os quedan dudas sobre los beneficios de compartir toda la familia, nuestra vida con un gato? solo tenéis que fijaros en cómo ayudan los felinos a personas con necesidades especiales, como por ejemplo a los niños autistas.
Casos como el de Frase y Billy o el de Iris y Tula, nos demuestran como la interacción de estos niños con sus gatos, han mejorado sustancialmente sus vidas.
Y en tu caso…han compartido tus hijos sus vidas con sus gatos?. Quieres comentarnos alguna experiencia?. Cuentanosla, estaremos encantados de leerte. Si te ha gustado el post, por favor, siéntete libre de compartirlo, de esta manera das a conocer el mundo felino y nuestro trabajo. Gracias. Ronroneos
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